Desde su esencia, Lily ha diseñado y creado cada rincón de Atulchaka con un propósito claro: ofrecer un santuario de transformación, un refugio para el alma que busca reconectar con su verdadera naturaleza. Cada experiencia, desde los retiros de bienestar hasta las ceremonias espirituales, ha sido inspirada y guiada por la sabiduría ancestral que fluye a través de ella. Su camino está iluminado por el Maestro Jesús, la Virgen María, ángeles, arcángeles y seres de luz que la acompañan en su labor de sanación y liberación energética.

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Atulchaka es el reflejo de su don y su propósito. En él, se entrelazan terapias holísticas, senderos sensoriales, rituales de integración y la vibración elevada de la naturaleza, creando un espacio donde la armonía y el despertar espiritual se hacen palpables. Lily no solo diseña un proyecto, sino que da vida a un portal de transformación profunda, donde cada persona que llega encuentra una puerta abierta a la claridad, el amor y la expansión del ser.

A través de su camino, también ha dado forma a Ankana, la llamada de claridad, un puente sonoro y energético que potencia su labor como guía espiritual. Desde la música hasta la geometría sagrada, todo en su creación vibra con la intención de iluminar el sendero de quienes buscan recordar su verdadera esencia.

 

Lily es la guardiana de Atulchaka, la artista de esta realidad sanadora, y la mensajera de un amor que trasciende el tiempo y el espacio. En cada detalle, en cada ceremonia, en cada susurro del viento entre los árboles del santuario, resuena la esencia de su alma creadora, guiando con ternura a quienes están listos para despertar al abrazo del universo.